domingo, 22 de noviembre de 2009

Y es raro pensar esto, es raro volver a intentar olvidarte y no poder.
¿Cómo pudo pasar esto?. Siempre al instante me "desenamoraba" y olvidaba todo, nunca sufría.
Pero con vos es diferente, vos estas en mi cabeza gran parte del día.
Estoy con otra persona y pienso en tus besos, tus abrazos, me imagino como hubiera sido si seguíamos.
¡Maldición! siempre repito la misma historia, siempre me enamoro de la persona equivocada y termino derramando lágrimas de sangre por los rincones.
Siempre termino llorando por estar solo, sentir soledad y decir ¿Por qué a mi? .
Ni yo lo entiendo, y te juro, que necesito una respuesta.
Así como necesito una razón para amarte, pero es raro que con vos no halla ninguna.
Con vos no tengo mas que respuestas en vanos, con vos todo es diferente.
Aunque somos muy iguales, este amor es diferente.
Necesito una razón para amarte, y no la encontré.
Ahora, necesito una razón para olvidarte..
espero hallarla .

sábado, 21 de noviembre de 2009

Quizás esto no lo entiendes,
tal vez esto que escuchas no lo comprendes,
puedes ser que no sientas lo mismo que yo,
pero a lo mejor, escuchas, lees, sientes y sobre todo,
ENTIENDES.
Entonces es el momento,
el instante para decirte todo lo que,
la boca de mi corazón quiera revelarte.

Media vida mirando al horizonte,media vida esperando, sin saber,sin hacer nada,por miedo,por si... Tranquila mirando el futuro llegar pensando que será mañana, y el mañana nunca llega pues siempre es hoy... Triste en el mismo lugar,anhelando un cambio, sin andar,sin levantarte,sin empezar a dar el paso... Media vida echando raíces,media vida reparando el corazón, y es mejor el dolor y la pena,que la nada,que la inexistencia... Siento la arena y el mar,también mis lágrimas y el calor de una sonrisa, espero si,y también me deslizo apenas por la vida,forjando mi destino, formando una estela,intento brillar,alcanzar una estrella, dejo de llorar para cantar y así quizás tu aparescas... Miro aún el horizonte,da igual si llueve o el sol quema, yo te espero,porque se que en algún lugar, que algún día habrá alguien para mi... Si eres tu,ven y abrazame,pues me consume la espera...
Dejaste mi corazón blando y suseptible, complicado.
Presiento detalles que se acercan, necesito tu mirada, necesito tu abrazo.
Estoy perdidamente loca, por vos. ¿Por quien mas sino? .-

Como olvidar aquel instante en que te vi por primera vez te vi y juro que no supe que hacer y ahora te tengo aquí y me tiembla la voz para poderte decir que…Me enamore de ti, me enamore y no se que hacer si ya tu estas en mi, eres parte de mi ser

domingo, 15 de noviembre de 2009



Si decides verte bien portate mal, y de portarte mal a v i s a m e .
Si no podemos encantarnos con la vida estamos fracasando.
La vida no perdió su encanto. Fuimos nosotros los que perdimos el gusto por la vida.
Perdimos la inocencia, la capacidad de asombro, la fe en el futuro. Perdimos la iniciativa, el hambre de progreso, las ganas de cambiar lo que hay que cambiar.El desencanto es la mejor arma de los más corruptos, de los villanos de la historia. El desencanto nos aísla, nos encierra, nos separa, nos vacía de sueños.
Una generación desencantada es una generación de muertos en vida. Una generación desencantada no se siente útil, siente que al mundo, a la historia, le da lo mismo que ella exista o no. Una generación desencantada se siente sola. Una generación desencantada pide a gritos un milagro, algo que les devuelva la fe en la magia.
Para volver a encantarse, para volver a creer en la magia, esa generación debe saber que no está sola. Debe saber que es necesaria, importante y decisiva para otras generaciones pasadas y futuras. Debe saber que lo que encanta de la vida no es el mundo que se recibió sino el que podemos dejar.
Para encantarse con la vida una generación necesita rebelarse, el desencanto se contagia fácil, pero el encanto es un trabajo de hormiga. El encanto nos necesita a todos haciendo lo que amamos y amando lo que hacemos.
Porque es mentira que las cosas son como son, las cosas son como dejamos que sean. El mundo cambia cuando nosotros cambiamos, y para eso hay que creer que el cambio es posible, es un acto de fe. Un acto de valentía, un acto de compromiso, un acto de amor.
Te pueden decir que no se puede, te pueden decir que no, una y otra vez no, que esto es lo que hay y que más allá de esto no hay nada, solo un triste desencanto, y que vos no podes hacer nada, que hagas lo que hagas no va a cambiar nada. Es mentira, es falso.
Más allá del desencanto está tu vida, tus sueños, y si vos no los haces realidad alguien los vive por vos, alguien se adueña de tus sueños, de tu vida.
Cuando escribís en una computadora y te equivocas es fácil, haces clic en “deshacer”, corregís y seguís, pero en la vida es un poco más complicado. Nos encantaría que existiera un botón para deshacer nuestros errores, sería más fácil.
Un descuido, un error, un desliz y todo cambia, ya no podes hacer borrón y cuenta nueva. Pero si existiera una forma de volver atrás y corregir lo que hicimos mal ¿no lo harías?
Vivimos a mil y no le damos importancia a los detalles, a los cambios sutiles, cotidianos, y ese detalle mínimo nos pueda cambiar la vida. Una palabra no dicha a tiempo, un gesto a destiempo y lo que era la solución a nuestros problemas, pasa a ser un problema.
Creemos que las grandes tragedias son las causadas por grandes errores, pero a veces un detalle, algo que no debería ser dicho, es el aleteo de la mariposa que desata la tormenta, y una vez desatada la tormenta uno quisiera volver el tiempo atrás, a esa palabra no dicha, a ese gesto que no se hizo. A veces, por más que uno sepa que fue lo que desato la tormenta y sepa como rebobinar la película, no puede volver atrás, no puede volver a frenar el efecto mariposa.
En cualquier sistema, por definición, siempre se comete un error, pequeño, insignificante, pero siempre hay una falla.
Causa y efecto. Un pequeño error que produce grandes cambios, una mariposa que produce un huracán. Detalles, pequeñas fallas, descuidos que escapan de nuestro control. Eso nos dice el efecto mariposa, no podemos controlar todo.
Cada día avanzamos en nuestra vida, inocentemente, mientras la trama se va entrelazando, mientras el destino se va configurando…
Podemos cambiarlo, pero tarde o temprano, el destino viene a buscarnos….
Nos sentimos artífices, alquimistas. Nos creemos dioses poderosos e invencibles, y solo somos marionetas del destino…
En el lugar menos pensado, de una manera imposible de imaginar, todo se va armando. Avanzamos inconscientemente mientras la trama se va entrelazando de forma misteriosa, un mecanismo de relojería asido por el destino. Aunque corramos en la dirección contraria no se puede escapar, porque no somos nosotros lo que vamos hacia el destino, sino este el que viene a buscarnos tarde o temprano…
Las acciones y decisiones acertadas podrán cambiar el destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva, lo que deba ser, será.

sábado, 14 de noviembre de 2009

La vida es curiosa, durante años uno se pregunta cual es el sentido de este baile, para que luchar, porque la vida es una eterna pelea. Si la vida es curiosa y vueltera, llena de giros absurdos, inexplicables. La vida tiene esas casualidades tan sospechosas. Tanto que nos hacen pensar que todo tiene un para qué. Si, un sentido. La vida cambia todo el tiempo. No nos deja acostumbrarnos a un golpe que enseguida viene otro atrás. Y uno se sorprende siempre y así sigue preguntándose por el sentido de todo. Preguntándose el sentido de estar presente en el momento y el lugar equivocado. El sentido de ser buenos y malos.¿ Habrá premios y castigos para unos y otros? Uno pasa por la vida haciéndose esas preguntas y muchas otras más pero en el fondo todo se resume en una sola: ¿cuál es el sentido de la vida? Qué irónico, recién ahora empiezo a entender el sentido de la vida.
Y es así, uno pasa la vida preguntándose por el sentido de la vida. Esperando ese algo que falta y que nos
hará felices. Y tal vez la respuesta, sea que la vida no tiene sentido. Que la vida simplemente se vive. Y simplemente viviendo, podamos decir al final, que nuestra vida VALIO LA PENA.

Qué es la suerte?
Todos tenemos suerte? O sólo algunos?
De qué depende la suerte? Se busca? Viene sola? La atraemos? Nacemos con suerte?Las chicas sin suerte siempre somos espectadoras, nunca protagonistas. Pero se espectador o protagonista depende solo de una decisión.
A las chicas sin suerte nunca nos dan un protagónico, siempre somos nosotras las que tenemos que ir, pararnos en el centro del escenario, debajo de la luz, y decir “acá estoy”.
Las chicas sin suerte vivimos lamentándonos por lo que nos tocó en suerte. Pero cuando nos revelamos, cuando agarramos el toro por las astas, algo empieza a cambiar.
Lac chicas sin suerte creemos que somos como una balsa en el mar, a la deriva. Pero podemos nadar, podemos patalear, remar… está bien, tenemos que remar mucho, sí, pero remado llegamos a donde nosotros queremos, no a donde el mar nos lleva. Ya no necesitamos la suerte, porque la suerte la hacemos nosotras.
Las chicas sin suerte nunca somos amadas. Y como no somos amadas las chicas sin suerte tenemos que hacer algo para que nos amen.
Para las chicas sin suerte ser amadas es un trabajo, un esfuerzo.
La suerte de la fea la linda la desea. Pero la fea no tiene suerte, tiene actitud, ella sabe hacer su propia suerte.
Porque es así, los que no tenemos suerte tenemos que ser prepotentes, estirar la mano y agarrar lo que la vida nos mezquina.-*

El destino es como un ejército de hormigas laboriosas. Miles de hormiguitas haciendo su parte del trabajo. Uno cree que controla su vida, pero el destino lentamente se va configurando. Una serie de circunstancias, decisiones y casualidades van construyendo el destino. Cabos sueltos, detalles ínfimos, imprevistos. El destino es un gran chef que mezcla los ingredientes preparando el plato que tiene para nosotros. Es una maquinaria precisa y minuciosa que va reuniendo todas las piezas. Dormimos, amamos, trabajamos o cantamos ajenos a lo que el destino escribió para nosotros.... ¿Quién escribe el destino? ¿Nosotros? ¿Alguien? ¿Un Dios? ¿Varios? ¿Nadie? ¿Todo es azaroso?. Nos sentimos artífices, alquimistas. Nos creemos dioses poderosos e invensibles, y solo somos marionetas del destino.... En el lugar menos pensado, de una manera imposible de imaginar, todo se va armando. Avanzamos inconscientemente mientras la trama se va entrelazando de forma misteriosa, un mecanismo de relojería asido por el destino. Aunque corramos en la dirección contraria no se puede escapar, porque no somos nosotros lo que vamos hacia el destino, sino es éste el que viene a buscarnos tarde o temprano.... El destino es como un señor muy viejo y sabio, es un profesional de todas las profesiones. El destino es aveces realista, urde y entrelaza la trama con pericia. Como buen guionista pone personajes en el momento y en el lugar indicado que permite que la acción avance hacía donde él quiere que avance. Así escribe el destino, dando giros a la historia permanentemente. El destino es un gran ingeniero. Hace grandes construcciones, joyas de ingeniería. Con paciencia milenaria construye castillos inmensos. Cuida cada detalle, encaja las piezas con precisión, pero, el destino construye sus castillos con cartas de mesa. Una mala movida, una sola carta que se saque.... y el castillo colapsa. El destino es estratega, mueve las fichas, despliega sus tropas en el campo de batalla y sabe cómo dar su golpe certero. El destino es como un superhéroe con poderes ilimitados, puede todo, puede con todo. Pero como todo superhéroe tiene una debilidad... y la debilidad del destino, son las acciones humanas. Eso, es lo único que puede cambiarlo, como una simple piedrita verde puede debilitar a Superman, lo único que puede cambiar el destino, son las acciones humanas..... Las acciones y decisiones acertadas podrán cambiar el destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva, lo que deba ser, será.

martes, 10 de noviembre de 2009


Estaba oscuro...
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte...
Se hizo la luz
una tarde de agosto,
mamá ahí estabas tú
tan maravillosa y tan dulce
como te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos
valorados en cada acto
de mis dieciocho años,
y soñando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos
de mi juventud.
No entiendo cómo podes lograr con solo una mirada devolverme la felicidad. ~