miércoles, 3 de febrero de 2010


Hay veces en las que quisiéramos echar a correr hasta el lugar más alto del mundo y desde allí gritar con todas nuestras fuerzas hasta quedarnos sin aliento, hasta que se nos desgarre la garganta y hasta que se maten entre ellas la impotencia y la rabia. Hay veces… que incluso nos gustaría saltar desde aquél lugar echando un pulso a la gravedad y hacernos creer que somos capaces de volar. Hay veces en las que te contaría cómo me siento sólo porque mi cuerpo es incapaz de carcon tanto peso,pero luego lo pienso…
-¿A quién le importara lo que a mí me pase?-
me muerdo el labio y me lo quedo dentro.

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