domingo, 12 de septiembre de 2010

Multiple choise


Qué difícil es elegir!
Sin darnos cuenta, cada paso que damos nos significa tomar una decisión. Elegimos si vamos a hacer esto o aquello, si realmente lo vamos a hacer hoy o mañana, de qué manera lo vamos a hacer...y por decidir rápido, no nos damos cuenta que existen muchas opciones...sobre todo a la hora de besar o no besar a alguien
Siempre vas por el mismo camino ¿Si? Nunca pegas un volantazo, nunca una sorpresa, eso no es vivir. Le tenés pánico a elegir, y está bien porque siempre que vos elijas vas a perder algo.
Yo no tengo miedo a no saber qué es lo que quiero porque si no dudo si no busco si no pruebo ¿Cómo voy a saber qué es lo que quiero? El mundo está lleno de posibilidades, está lleno y yo no me los quiero perder.
Cuando vos no elegís, la vida elige por vos. Y eso no es ser libre, ser libre es animarte a elegir un lugar donde quedarte, es jugarte por una relación y no esquivarle tanto al compromiso. Vos te sentís libre pero es un engaño. Si vos no elegís nada, no tenés nada.
Pero para mí la libertad es elegir y hacerte cargo de tu elección.

Para Shakespeare el destino no es algo predeterminado, es algo que se escribe momento a momento. El destino es lo que hacemos cada día con lo que nos toca vivir. El destino es cada decisión que tomamos. Es la habilidad que tenemos para sacar las piedras que la vida pone en nuestro camino.
Shakespeare plantea en sus tragedias que el destino puede cambiarse cambiando nuestras acciones, y de esa manera muestra el camino para convertir la tragedia en comedia.
Shakespeare refleja un cambio de paradigma. El hombre es responsable de sus actos, de sus decisiones, es decir, su destino está en sus manos, de él depende su tragedia o su comedia.
Cuando sabes la verdad podes elegir qué hacer con ella, podés negarla o podés aceptarla. Buscamos desesperadamente la verdad, esa misma verdad que nos da miedo escuchar. Si negas la verdad va a ser tu responsabilidad cuando te explote en las manos.
La verdad libera porque uno es dueño de hacer con ella lo que quiera, incluso negarla…
La verdad nos interpela, nos pregunta, nos arrincona, y muchas veces no hay respuesta. La verdad a veces no da certezas sino algo mucho más peligroso, dudas. La verdad asusta. La verdad despierta, acude y paraliza. La verdad desnuda, incomoda. La verdad libera y confunde.
Pero la verdad también nos da la fuerza para soltarla con alegría. La verdad es como el sol en la cara en una tarde de invierno. Es un carnaval en la nieve. La verdad a veces duele, pero sin lugar a dudas la verdad es, fue y será la fiesta de todos.-*
Todos podemos visualizar nuestro futuro. La realidad es lo que percibimos con nuestros sentidos. No importa si algo es real o no, si lo vemos y creemos en lo que vemos entonces será real. Materializar algo que no existe y volverlo real, ese es el poder de la visualización.
Para visualizar es importante el detalle, no alcanza con ver la escena en general sino cada detalle en particular. Los sentidos son fundamentales, poder percibir los olores, las texturas, los sabores… visualizar en nuestra mente hasta que parezca real. Y cuando la realidad dista mucho de nuestros deseos hay que concentrarse aún más.
El deseo es como una película que se proyecta en nuestra mente. El deseo es muy poderoso y sagaz, siempre encuentra la manera de materializarse. Nuestra realidad de hoy está construida por nuestros pensamientos de ayer. Todo lo que nos pasa, lo que somos, lo que tenemos, existe porque antes lo pensamos.
Hay que aceptar nuestra responsabilidad en lo que nos pasa, porque nuestra realidad es la materialización de lo que alguna vez deseamos. El deseo es una fuerza misteriosa. El deseo es energía en movimiento.
El deseo propio o ajeno nos obliga a tomar decisiones, a verlo o a ponerle un velo. El deseo es un imán, atraemos lo que visualizamos, lo bueno y lo malo. Porque nadie llega a un lugar si antes no lo deseó.
Visualizar, imaginar, desear de corazón y compasión, eso va configurando nuestra realidad, nos abre el camino, nos da esperanzas. El deseo es el testigo de lo que nos falta, el deseo es la película de la vida que queremos vivir, podamos visualizarla o no.
Tú eres lo que yo quiero, entre todos, el que prefiero
¿Por qué es algo imposible de alcanzar?
¿Será justamente porque es solo una ilusión que no podemos tocar?

Mi estrategia es que un día,
no sé como ni con qué pretexto,
por fin me necesites. ~