No elegí el día, ni el mes en el que apareció. No elegí que entrara en mi vida, solo pareció sin que lo buscara. No elegí que se me revuelva el estómago cada vez que hablan de él. No elegí que algunos de mis suspiros sean por y para él. No elegí desear abrazarlo. No elegí tener la necesidad de saber si él está bien. No elegí echar de menos sus charlas. No elegí querer saber cómo es. No elegí ser la envidia de muchas chicas que sueñan con encontrar a alguien como él. No elegí querer verlo bien y con una sonrisa. No elegí querer conocer al chico que se esconde detrás de esos ojos. No elegí ni siquiera pensar en él. No elegí querer saber cómo son sus días buenos y sus días malos. No elegí no saber qué me pasa, ni tampoco elegí ponerme a pensar si es algo pasajero o no... Pero también me gustaría que sepa algo, si pudiera haberlo elegido, lo hubiera elegido a él, porque despertó algo en mi que ni yo sé que es, pero espero algún día poder saberlo, quizás fue porque vivimos una situación parecida y varias veces me sentí identificada con él y creo que es una de las pocas personas que puede entender lo que se siente… También me gustaría que sepa que puede contar 1, 2, 3 si me necesita ahí voy a estar para lo que sea, me gustaría estar ahí para sacarle o al menos intentar una sonrisa, aunque sean de papel y las olvide, ya que él fue razones de algunas de mis sonrisas y cuando no sonría, yo quiero prestarle una. Me gustaría poder ayudarlo, apoyarlo y demostrarle que lo aprecio, aunque lo olvide… Me gustaría poder recordarle que en cierta forma es importante para mí, aunque lo siga olvidando...
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