¿Cuántas personas conociste a lo largo de tu vida? Muchas
¿verdad? Seguro que ni recuerdas a la mitad de ellas y seguro también que la
mayoría no ha tenido la oportunidad de conocerte a ti, ni de saber apenas como
eres realmente. Las personas que nos rodean son como las piezas de un puzzle,
que nosotros tenemos que unir, encontrando el sitio correcto donde encajen sin
problemas y donde llenen el hueco que les pertenece a cada uno. Nuestro papel
es unirlas y también localizarlas, a lo largo de nuestra vida vamos cruzándonos
con nuevas piezas, con nuevas personalidades que muchas veces pasamos por alto
y que quizás eran una pieza importante a la que, sencillamente, no le
encontramos el sitio, pero no porque no lo tenían, sino porque no buscamos
correctamente, o quizás, porque intentamos encajarlas en el sitio equivocado.
Unas piezas necesitan de otras para ir completando el puzzle y nuestro objetivo
es llenar todos los huecos y unir todas las piezas a lo largo de nuestra vida.
A su vez, no debemos olvidar que nosotros también somos componentes para los
demás, y no podemos marcar cual es nuestro sitio en el puzzle personal de otras
personas, ellos lo deciden de acuerdo con sus circunstancias y de acuerdo con
la opinión que tengan de nuestra persona. Con todo esto podemos casar la
palabra comprensión y apoyo; son dos pilares imprescindibles, tan imprescindibles,
como cada uno de nosotros , los que pertenecen al puzzle de mi vida, cada día
intento encajar cada pieza en el lugar adecuado, espero no equivocarme con
algunas de ellas, sobre todo con las que considero bastante importantes y
todavía no sé en qué lugar encajan…
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